FRAUDES HISTÓRICOS
Fraude: “Un
delito creativo”
El entorno de negocios se ha tornado
más complejo en épocas recientes, derivado, entre otras cosas, los fraudes financieros. Lo anterior, ha
detonado expectativas muy amplias para la profesión contable por parte de
reguladores, empresarios y, por supuesto, de los inversionistas, por lo que la
profesión ha tenido que reaccionar ante ello con nuevas reglas para asegurar el
desempeño adecuado de los Contadores independientes.
A pesar de los fraudes financieros, en
la actualidad existen muchas compañías
de bienes y servicios de larga trayectoria de mucho prestigio alrededor del
mundo y debido al alto mercado competitivo de innumerables productos, se tiende
a confiar en las compañías que a lo largo de los años, demuestran solidez y
eficacia en cuanto a la proliferación de sus organizaciones.
El Fraude en el contexto de la contabilidad y las finanzas
se lo define como un acto intencional
que causa una falsificación en los estados financieros, malversación de
fondos o desfalco y corrupción.
Lo cierto es que el fraude existe y
erosiona gravemente a la economía, sus mecanismos se van sofisticando y,
consecuentemente, la potencialidad
del perjuicio aumenta. Las áreas financieras y de compras
son en general las más sensibles y allí donde deben intensificarse los
controles, aunque no se debe descuidar el espionaje industrial ya que la información confidencial
tiene también un
alto valor económico.
Cuando se trata de una empresa que
aparece liderando la estafa no cabe duda de que su reputación se va al piso
junto a sus acciones, y la pérdida de confianza precipita el descalabro. Esto
ocurrió con Enron y Worldcom, dos de las mayores corporaciones estadounidenses que a
principios de la década protagonizaron los mayores escándalos financieros de la
llamada globalización de capitales. No había crisis ni nada. Simplemente
operaciones marcadas por la ambición y el olfatillo de que “todo va a ir bien”
y “La codicia es buena"
Enron, la mayor empresa distribuidora
de energía ocultó durante años pérdidas millonarias hasta que quebró en
diciembre de 2001. En Enron se ocultaron
los pasivos y la mala calidad de activos, se hicieron maniobras financieras
para ocultar la pérdida y exagera las ganancias, con el fin de captar dinero de
los inversionistas. La empresa auditora Arthur Anderson resultó sospechosa de
haber destruido documentos comprometedores. Las pérdidas de este fraude
llegaron a los 63.400 millones de dólares
Entre las maniobras más comunes de fraudes podemos citar, los arreglos entre
los funcionarios a cargo de compras
y los proveedores,
previo simulacro de
concursos de precios; refinanciaciones preferenciales de
deudas; modificaciones dolosas de stock; supuestos pagos de tributos con
presuntos recibos falsos
y la fuga
de información calificada.
A medida de que se efectúan los fraudes
económicos, también se han creado medidas internacionales para prevenir los
fraudes como: la Ley de Sarbanes-Oxley,
el Modelo de Control Interno, Las Normas para Instituciones Financieras, Los Estándares Internacionales de Auditoría y
de Aseguramiento, los Estándares Internacionales de Contabilidad y Finanzas,
entre otras que permiten promover la transparencia y comparabilidad en los
Estados Financieros
El
fraude es un acto intencional que causa
falsificación en los Estados Financieros, en donde los falsificadores
establecen y ejecutan discretamente su modus operandi.
La
investigación del fraude es costosa y conlleva tiempo, por tal razón se deben
tomar medidas de control interno de prevención antes de que sea demasiado
tarde.
El fraude está
presente en todos los ambientes empresariales y mas donde los métodos usados
son de manera automatizada, el fraude es un problema el cual si no se tiene un
mínimo de control y observación puede llevar al desfalco mediante la extracción
de dinero causante de problemas legales y para evitar que se maniobren fraudes en las empresas y organizaciones se
deben plantar
controles de monitoreo y mecanismos de diagnóstico de actividades indebidas,
con la finalidad de detectar las irregularidades tan pronto como sea posible y
tomar las medidas requeridas para solventar la situación. También se debe conducir una auditoria constante, orientada a
detectar debilidades en los procesos, además de verificar la validez y
exactitud de las cifras es clave para mitigar el riesgo de fraude interno